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Sonatina estival
Summer Sonatina / Sonatina Estival
Guitarra
GALEOTE, JoséReg.: B.3810
15,00 €
P.V.P. (IVA incluido 4%)
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- Formación: Solo.
- Géneros: Clásica / contemporánea: Solos.
- Idioma del comentario: Español, Catalán, Inglés
- Soporte: Partitura
- Nivel de dificultad: Alto-superior
- Época: 2ª mitad S. XX - XXI
- Editorial: Editorial Boileau
- Colección: Siglo XXI
- Nº de páginas: 20
- Medida: 31,00 x 23,00 cm
- Duración: 7'30"
- ISMN: 979-0-3503-3574-7
- Disponible en digital: No
- Disponible en alquiler: No
Sonatina estival forma parte de una serie de obras que, conjuntamente con Sonatina otoñal, Sonatina invernal y Sonatina primaveral, forma un ciclo cerrado en el que —partiendo de instrumentaciones distintas y un mismo lenguaje— pretendo evocar las sensaciones que recibo en cada una de las estaciones, ya sea a través de una vivencia personal o la simple contemplación del paisaje.
Escribir para guitarra sola siempre es un reto, pero animado por el guitarrista Fix Nicolet decidí emprender la composición de esta obra estructurada en tres movimientos que describe, en cada uno de ellos, el carácter de algunos de los vientos estivales que más significado tienen para mí.
- Etesios: Fuerte viento de Grecia que alivia el calor sofocante de las tardes de verano. Así, el primer movimiento es ligero y alegre pincelado de leves ráfagas y momentos de calma a modo descriptivo.
- Matsukaze: En Japón, es el sonido que en los bosques, una suave brisa produce en las hojas de los pinos, donde en las tardes de verano se tiene la costumbre de ir a pasear o descansar. De esta forma, el segundo movimiento es pausado, contemplativo, evocando el momento de calma de una siesta bajo la copa de los árboles, rota tan solo, brevemente, por algún mal sueño, que a veces nos provoca el calor intenso, volviendo después a la calma mantenida y suave anterior.
- Albornés y Grecale: El tercer movimiento lleva el nombre de dos vientos contrastantes, el albornés es un viento de la zona de levante que aparece a última hora de la tarde, es imprevisible, potente y hace peligrosa la navegación.
Así la primera parte de este movimiento, igual que el viento, es rápida, potente e inconstante, plagada de cambios de rumbo y súbitas ráfagas. El grecale es, sin embargo, una brisa suave del norte de Italia que durante unos breves minutos alivia el calor húmedo de la zona para luego desaparecer hasta el día siguiente. Por este motivo la segunda parte del movimiento es dulce y calmada como una ensoñación que te envuelve por un instante en una paz ajena a la realidad sofocante. Vuelve después el albornés, pero esta vez más salvaje y desbocado, precipitando el movimiento hacia un abrupto final.
José Galeote
Etesios (3')
Matsukaze (Siesta) (2'40")
Albornes y Grecale (2'50")
