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Concert per a violí i orquestra de vents, op. 67
Material de orquesta de vientos en alquiler
Violín y orquesta de vientos
BROTONS, SalvadorReg.: B.4132o
- Formación: Banda. Con cobla.
- Géneros: Clásica / contemporánea: Sinfónico.
- Soporte: Particellas
- Nivel de dificultad: Alto-superior
- Época: 2ª mitad S. XX - XXI
- Editorial: Editorial Boileau
- Colección: Siglo XXI
- Nº de páginas: 124+20
- Medida: 29,70 x 21,00 cm
- Duración: 18'
- ISMN: 979-0-3503-4211-0
- Disponible en digital: No
- Disponible en alquiler: Sí
Solo Violin
3[1.2.3/pic] 2 3[1.2.3/bcl] 2 — 6sx[1ssx.2asx.2tsx.
1bsx] — 2 2 2 3[2euph.1tuba] — tmp+1 — hp — str[only db]
perc: glock, templeblks, cast, sus cym, vib, bd, woodblks, ttam, sd, cym
Originalmente escrito como Sonata para violín y piano, a petición de Manuel Guillén, decidí convertir la sonata en concierto. A nivel estructural, al concierto se le añade una extensa cadencia para el violín entre el segundo y el tercer movimiento, así como una introducción orquestal al tercer movimiento.
La orquestación da a la obra más color tímbrico, brillantez y fuerza expresiva. La parte del solista es esencialmente virtuosística, combinando pasajes muy expresivos con otros de más agresividad rítmica.
Un lirismo gentil domina la exposición del primer movimiento en forma sonata. La música a compás 5/4 fluye amablemente en toda la tesitura del violín con texturas diáfonas. En su desarrollo la música despliega algo más de agresividad y ritmo, siempre manteniendo el mismo tempo. Unos armónicos lejanos del violín concluyen plácidamente el movimiento después de una reexposición modificada.
Continuando este ambiente mágico, el primer tema del tiempo lento tiene carácter introductorio, que se expresa a través de una melodía aguda y lejana en armónicos presentada por el solista, que la orquesta repite tres veces más en estilo fugado. Después de un interludio corto pero intenso a cargo de la orquesta, el violín presenta el tema principal del movimiento, también de ritmo tranquilo y expresivo, que progresivamente se agita, adquiriendo más tensión. Una vez alcanzado el punto culminante, la música vuelve a serenarse para buscar un final bien relajado, reexponiendo en forma de espejo los dos temas.
Después de una cadenza a cargo del solista, se encadena sin interrupción el último movimiento, de ritmo ternario, con marcados acentos y hemiolas. Está escrito en forma modificada de rondó. La parte central está íntegramente basada en el primer tema del segundo movimiento, adquiriendo un desarrollo estimulante.
Salvador Brotons
