Simfonia en Mi M

• Géneros: Clásica / contemporánea
• Formación: Orquesta sinfónica
• Coleccion: Siglo XXI

2[1.2/pic] 2[1.2/Eh] 2 2 — 4 2 3 1 — tmp+2 — str
perc: cym, tri, bd, sd

LOS MATERIALES ESTÁN EN ALQUILER

La Sinfonía en Mi Mayor de Manuel Blancafort fue premiada con el I Premio Ciudad de Barcelona (1950) el primer año del certamen. Tiene una duración de unos 30 minutos y está dividida en cuatro movimientos: “Allegro”, “Andante con motto”, “Scherzo” y “Allegro vivace (Alla galop)”.

Su estreno tuvo lugar en septiembre de 1951 en el seno de los Conciertos Populares de las Fiestas de la Mercè interpretada por la Orquesta Municipal de Barcelona, dirigida por Eduard Toldrà. La obra fue reestrenada por la Orquesta Nacional de España nuevamente dirigida por Toldrà en el Palacio de la Música de Madrid en noviembre del mismo año.

No sería hasta 1986, unos treinta y cinco años después, que la obra volvería a ser interpretada por la Orquesta Ciudad de Barcelona, esta vez en Hospitalet y en Barcelona, bajo la dirección de Edmond Colomer.

Oriol Martorell nos dejaría una descripción: “El primer tema del Alegro recuerda un tema popular catalán; el segundo, de carácter dinámico, está expuesto de forma fugada. El Andante es íntimo, melódico, austero y con resonancias de ambiente religioso. El tercer tiempo, Scherzo, estaba erróneamente catalogado por separado. Por primera vez se ha incluido en el lugar que le correspondía, es de carácter movido. El cuarto tiempo parece sugerir la atmósfera de circo en otras ocasiones evocada por el autor”.

El propio compositor reconocería que la Sinfonía representaba una posición de orientación más clásica que otras obras suyas, y que dentro de ella aspiraba a una sublimación de los matices característicos del folclore musical catalán. A los temas, todos de invención propia, se les puede reconocer fácilmente una procedencia espiritual catalana, especialmente en lo que se refiere a los tres primeros movimientos. El cuarto movimiento en cambio, viene de un carácter más irónico, en clave de “galope” que Blancafort escribió con soltura, como si se encontrara todavía en sus tiempos lejanos de la Polca del equilibrista.