Impromptu-capricho

• Géneros: Clásica / contemporánea
• Formación: Dúos
• Coleccion: Siglo XXI

Esta obra responde, en su aspecto formal, al esquema del tipo Rondó-Sonata y desde el punto de vista técnico-musical es muy interesante para el clarinete. Interpretativamente pone a prueba el buen gusto musical, la flexibilidad y calidad artística del ejecutante ya que sus cambios de métrica, matices y dinámicas favorecen el desarrollo de todas esas cualidades.

Por lo que respecta a la técnica requiere un alto grado de preparación por parte del intérprete, dominio y agilidad en los distintos intervalos y arpegiados que se van sucediendo a lo largo del discurso musical y control del fraseo y de las articulaciones. Son los requisitos para que la interpretación resulte hermosa, flexible y de alta calidad artística.

El tema A (al que podemos llamar tema principal o estribillo) está inspirado en los bailes ochocentistas y, después de una breve introducción pianística de cuatro compases, se presenta, acompañado de un elemento de transición o complementario, primero a cargo del piano y después del clarinete. Dicho elemento de transición da paso a un nuevo tema de 16 compases, al que llamaremos Tema I, que se repite dos veces consecutivas.

Una vez concluido el Tema I reaparece el tema complementario del tema principal presentado exactamente como la primera vez, aunque ahora nos conducirá al Tema II, basado en un ostinato del piano en la mano izquierda sobre los grados II, V y I de la tonalidad de Fa Mayor que acompaña a un motivo ágil y gracioso en la mano derecha. El clarinete hace su entrada posteriormente, ejecutando una variación sobre dicho tema.

Aparece de nuevo el tema principal junto al tema complementario exactamente como al principio y también, de nuevo, al Tema I. De vuelta al tema principal y después nuevamente el Tema II.
La obra va concluyendo con la reexposición del tema A, ahora sin el tema complementario, que nos lleva a la coda final.

Rafael Grimal