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Narcisa Freixas

FREIXAS, Narcisa

Sabadell (Barcelona) 1859 - Barcelona 1926

Narcisa Freixas destacó por su obra de composición y pedagogía musical en una época en que la mujer no tenía acceso a la actividad profesional ni a la dimensión pública. Era hija de Pere Freixas, escritor y pedagogo, y de Elvira Cruells y nació en Sabadell en los años del crecimiento industrial. Gracias al apoyo de su padre, tuvo formación artística, y de su madre heredó el interés por la canción popular, tan significativo en su obra. Cuando tenía diecisiete años fue alumna de Joan Pujol (1862-1938), quien fue también profesor de figuras como E. Granados, C. G. Vidiella, I. Albéniz y A. Nicolau. Además, Narcisa Freixas, que recibió el tipo de educación habitual en las hijas de familias acomodadas, fue alumna de Torcuat Tasso (1855-1935), en escultura, y de Modest Urgell (1839-1919), en pintura.

Mujer adelantada a su tiempo, se relacionó con las primeras feministas catalanas que se agrupaban en torno a la revista Feminal, desde donde se defendía, por ejemplo, el derecho a la educación de la mujer y que pudiera tener acceso a un trabajo remunerado. Comenzó a componer piezas musicales cuando aún era muy joven lo que le dio cierto renombre. De hecho, el éxito fue tan grande que su familia, inquieta ante la posibilidad de que quisiera hacerse artista, la apartó de las actividades musicales.

Casada con el médico Miquel Petit i Pons, tuvo dos hijas y un hijo, pero sólo el chico, José María, sobrevivió. Tras la muerte de sus hijas, veinte y ocho años después del estreno de su primera obra, Narcisa Freixas volvió a componer música y en 1905 se presentó a un concurso de canciones para niños, convocado por el Orfeó Català, con Cançons d’infants [Canciones de niños]. Esta obra ganó una mención honorífica, lo que la convirtió en la única mujer premiada en el certamen, y el coro del Orfeó Català, dirigido por Lluís Millet, interpretó una de sus composiciones. Las canciones tuvieron tanta aceptación que enseguida se agotaron las doce ediciones en lengua catalana, y también se hizo una edición en castellano. Sin duda el premio animó Narcisa Freixas a continuar componiendo y, en 1908, publicó Cançons d’Infants, Segona Sèrie, traducida al castellano y al francés.

La más famosa de sus publicaciones fue Piano infantil, publicada en 1918 por la editorial Muntañola. Las canciones iban ilustradas por los dibujos de Pedro Torné Esquius, y gustaron tanto que los nombres de ambos quedaron asociados en una especie de tándem inseparable. Curiosamente, las obras de ambos combinaban el espíritu modernista de las composiciones de Narcisa Freixas, siempre muy influida por la música popular, con el aliento novecentista que respiraban los dibujos claros, de líneas aparentemente sencillas y de colores planos y suaves de Pere Torné Esquius. Narcisa Freixas compuso también obras de teatro, como Rodamón [Vagabundo], La pastoreta [La pastorcilla], La cova del mar [La cueva del mar], Vetlla d’amor [Vigília de amor] y Festa completa [Fiesta completa], y para el público adulto publicó dos series de canciones: Cançons catalanes y Cançons amoroses.

En 1909, sólo un año después de publicar Cançons d’Infants, Segona Sèrie, Narcisa Freixas fundó Cultura Musical Popular, la entidad desde donde poder canalizar su proyecto pedagógico y social. Admiradora de la concepción musical de Anselm Clavé (1824-1874), quería hacer llegar la música a toda la sociedad y, en especial, a los lugares específicamente olvidados, como los hospitales y las prisiones. La enseñanza de la música la llevaba a cabo, de manera altruista, para los alumnos de las escuelas nacionales, donde iban los hijos de familias que no podían pagarse la enseñanza. Su dedicación se concentró en la enseñanza del canto coral a los niños y enseguida formó una coral mixta. Cultura Musical Popular organizaba conciertos, conferencias, sesiones de teatro y de danza.

Buena parte de las actividades de Cultura Musical Popular se desarrollaron en la Garriga, la población donde la familia de Narcisa Freixas había empezado a hacer estancias desde finales del siglo XIX. En aquel tiempo, la Garriga se puso de moda entre los barceloneses por el efecto beneficioso de las aguas termales. Las temporadas pasadas en la Garriga se fueron ampliando hasta que en 1912 la familia se hizo construir una casa y, años más tarde, en 1925, añadirían otra casa adosada. A la población acudieron también otras muchas personalidades, como Jacint Verdaguer, Rubén Darío, Apel·les Mestres, Eugeni d’Ors, Josep Carner, Joan Maragall, Amadeu Vives o Dolors Monserdà.

La fama de la obra pedagógica de Narcisa Freixas traspasó los límites de Cataluña y por eso, en 1917,  el Ateneo de Madrid la invitó para que explicara su técnica. En reconocimiento a su obra, sus libros, traducidos al castellano, se consideraron de interés para las escuelas, y además, el gobierno quiso otorgarle la cruz de Alfonso XII, però ella la rechazó sin que se conozcan muy bien lo motivos.

Narcisa Freixas murió el 20 de diciembre de 1926, víctima de una infección que se extendió en 48 horas. Con su muerte desapareció también, después de diecisiete años de funcionamiento, Cultura Musical Popular, la entidad que había considerado como «la obra de mi vida». La trayectoria de Narcisa Freixas es conocida, en especial, a partir del homenaje póstumo que su hijo, el médico Josep Maria Petit, le dedicó en 1928. Durante aquel acto se presentó una volumen que reunía muchas de sus composiciones, junto a escritos que le dedicaron muchos artitas, 

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